GUÍA MIRANDA de la Ribeira Sacra lucense: Monforte y Sober
Después de cuatro años trabajando en uno de los mejores festivales de España, ya sabéis, el 17º Ribeira Sacra, mucha gente ha empezado a fiarse de mí para preguntarme recomendaciones en la zona, y yo encantada porque nada me gusta más que hablar de mis sitios preferidos. Así que he decidido juntarlos aquí, en la que es la primera de las ‘Guías Miranda’, una nueva sección donde iré compartiendo lugares singulares que merecen ser compartidos.
Lo primero que digo cuando me preguntan dónde ir en la Ribeira Sacra es que es inmensa y yo solo conozco medianamente bien dos áreas muy concretas dentro de la zona lucense: Monforte y Sober. Pero la RS abarca mucho más, tanto en Lugo como Ourense. Concretamente los ayuntamientos de A Peroxa, A Pobra do Brollón, A Teixeira, Bóveda, Carballedo, Castro Caldelas, Chantada, Esgos, Montederramo, Nogueira de Ramuín, O Saviñao, Pantón, Parada de Sil, Paradela, Portomarín, Quiroga, Ribas de Sil, Taboada y Xunqueira de Espadanedo, además de los citados Monforte y Sober.
Así que allá van mis favoritos de estas dos últimas zonas:
MIS FAVORITOS DE MONFORTE
LA JUDERÍA
En Galicia tenemos muchos tesoros, entre ellos, nuestras juderías. Callejuelas que atesoran misterios e historias de una parte crucial de nuestra cultura. Las juderías están hoy integradas en el entramado de las villas de las que formaron parte y nos obligan a hacer un esfuerzo por seguir los pasos, entender la herencia, su peso en la historia.
El norte de España fue refugio para muchos judíos que escapaban de la persecución almohade del sur. Aquí encontraron paz, alejados de los lugares donde se decidía el futuro de la nación construyeron un hogar, integrándose y enriqueciendo a las villas donde se asentaban.
Las calles de los judíos se nombraban según sus gremios: zapaterías o pescadería, por ejemplo, dos de los nombres que se siguen manteniendo en Monforte.
A los judíos debemos también que trajesen la cultura y el saber, muchas veces el único equipaje con el que podían escapar. Suficiente para convertirse en parte fundamental de una sociedad católica, en gran medida analfabeta por aquella época.
En Monforte aún es posible seguir la huella sefardí y reconocerla en platos o costumbres hoy arraigados en la cultura popular.
PARADOR DE MONFORTE
El que hoy forma parte del Conjunto monumental de San Vicente de Pino, junto a la Torre del Homenaje y el monasterio de San Vicente, fue castillo del Conde de Lemos en el siglo XII y es, obviamente, un clásico. Con ese aire decadente que tienen los paradores de España y que a quienes nos gusta, nos encanta. Situado en una colina, ofrece una fantástica panorámica de todo el pueblo que ayuda a entenderlo mejor.
El Parador ofrece además un menú sefardí a través del que profundizar más en la historia de los judíos de Monforte.
COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA ANTIGUA
Este espectacular edificio es conocido como el Escorial gallego y ya sabéis la fascinación que despierta El Escorial en esta página. Imposible pasar por Monforte y no asombrarse ante la majestuosidad de sus líneas rectas y rotundas, su fachada herreriana. Construido a finales del siglo XVI su museo guarda, entre otras joyas, dos óleos de El Greco.
No es posible no verlo pero, además, vale la pena observarlo bien.
VITICUTURA HEROICA
Sea desde el mirador del Duque o desde el embarcadero Ponte del Sil, desde arriba o desde abajo, imposible no admirarse de una de las viticulturas más fascinantes del mundo, la de montaña. Pendientes que ponen en jaque el futuro de muchas de sus bodegas, a la vez que le suman valor.
En España solo dos denominaciones de origen, Ribeira Sacra y Priorat, llevan la apelación de viticultura heroica, ganada a pulso por sus viñedos de altura superior a 500 metros y con una inclinación mayor al 30%, así como por la imposibilidad que ofrecen de ser trabajados con maquinaria.
Los vinos de la Ribeira Sacra tienen entre sus ingredientes a las uvas más difíciles de atrapar, lluvia, viento, sol y pendientes escarpadas. Por eso su futuro preocupa tanto, al tiempo que la seducción por su enoturismo no deja de crecer.
DOMINGO JOYEROS RELOJERÍA
Saliéndonos del ámbito más turístico, siempre recomiendo pasar por delante de esta relojería en pleno centro. Se trata de uno de esos locales en peligro de extinción, una tienda de relojes curiosos, máquinas que se escapan a lo convencional y que ofrecen mil y una manera de darnos la hora, algunas misteriosas y extrañas, pero siempre puntuales a su cometido. Su escaparate es una atracción en sí mismo. Un lugar único cuando ya casi nada lo es. Una tienda congelada en el tiempo, aunque nadie pueda escaparse del tic-tac de sus relojes.
Estos son mis imprescindibles, pero hay mucho que vale la pena en esta villa lucense: Centro de Viño de la Ribeira Sacra, restaurante o Grelo, restaurante Trespés… Y decenas de fachadas y callejuelas que obligan a mirar hacia arriba, hacia delante, hacia los lados, pero a mirar.
MIS FAVORITOS DE SOBER
REGINA VIARUM
La fidelidad me obliga a empezar esta ruta por la bodega más majestuosa de la zona. Aquí es donde más tiempo paso durante el Festival y donde mejor nos tratan. Regina Viarum es la bodega más conocida de la zona, la más grande y la que cuenta con más medios. Entre ellos, un equipazo de profesionales que cuidan cada detalle: de la vid a la copa, pasando por su inteligente visión del enoturismo (no en vano son uno de los escenarios principales del 17º Ribeira Sacra).
Regina Viarum pertenece al grupo HGA, empresa familiar de Horacio Gómez y sus hijos que, además, cuenta con otras bodegas que también vale la pena conocer: Tollodouro y Altos de Torona, además de dos marcas de ginebra como son Platú y Number Zero y la marca de licores gallegos Pazo de Villarei.
La bodega es un espectáculo en sí mismo y vale la pena hacer una visita y dejarse guiar por los vinos que en ese momento nos recomienden. Imprescindible también es visitarla durante los días del festival, cuando organizamos catas especiales, con música o a ciegas, y aprovechamos para descubrir etiquetas menos conocidas.
ALGUEIRA
Después del espectáculo visual de Regina Viarum nos movemos apenas unos metros para disfrutar de los que para mí son los mejores vinos de toda la Ribeira Sacra: los de Algueira.
Algueira es mi debilidad, primero por el carácter de sus vinos y luego por el de sus dueños. Propiedad de la familia González, sus fundadores, Fernando y Ana han comenzado a delegar en su hijo las riendas del negocio. El heredero, Fabio, técnico de sonido y melómano, que hace unos años retornó de Londres con su chica (que aporta su visión sueca a la bodega) para hacerse cargo de la bodega y de una tradición y una cultura que necesita gente joven como ellos dos. Fabio comprende el terruño, el carácter y transmite pasión en todo lo que le rodea, sea el vino, la música o sus perros.
Visitar Algueira es un lujo para el que busca la autenticidad de una región que corre el peligro muchas veces de turistificarse, pero no mientras queden los González protegiendo su pedazo de tierra y cultura.
Algueira tiene además uno de los secretos mejor guardados de la zona, su restaurante. ¿Se pueden probar los mejores mejillones en medio de Lugo? En Algueira, sí.
De Algueira no me puedo quedar solo con una referencia, aunque recomendaría probar las más raras que Fabio os ofrezca, es aquí, cuando se ponen experimentales, cuando sale la garra de esta familia. Siempre con elegancia y una marcada personalidad.
EUROSTARS PALACIO DE SOBER
La primera vez que supe de este sitio todavía no era un Eurostars sino el único 5 estrellas de Lugo. Un flamante proyecto que se anunció a bombo y platillo pero que no supo mantenerse. En su momento surgió la idea de poder convertirlo en escenario de un festival de música experimental, pero nuestro proyecto no cuajó y aquel hotel, tampoco. Hasta que llegó Amancio López, ‘el Amancio de los hoteles’, dueño de la cadena Eurostars y originario de Chantada, le bajó una estrella y lo convirtió en uno de sus buques insignia en Galicia.
El Palacio de Sober se ubica sobre las ruinas del Palacio del Conde de Lemos, en medio de un bosque y, aun así, pegado al centro de sober. Se trata del edificio de arquitectura civil más antiguo de Galicia cuyo origen se remonta al siglo VII.
Una verdadera maravilla para quien esté buscando descanso, gastronomía y estética en uno de los pueblos con más encanto de Galicia.
BERSO
Abierto hace apenas un año es una de las grandes sorpresas de Sober, con menos chulería que otros restaurantes de la zona que abusan de las redes sociales para la promoción, en Berso el único protagonista es el producto.
Muy cerquita del centro y ubicado en un local discreto pero coqueto, estamos seguros de que irán haciéndose el hueco que merece una propuesta tan modesta como bien pensada.
Mucho ojo, sobre todo, a su carta de vinos.
Como extra añadimos dos de nuestros favoritos que se salen de Monforte y Sober pero que quedan a tiro de piedra y curva.
ABADÍA DA COVA
La típica foto que uno tiene en la cabeza de la Ribeira Sacra, con el río serpenteando entre los cañones, se encuentra aquí, en la bodega de la familia Moure. Abadía da Cova lleva siendo un clásico de la zona mucho tiempo pero ahora vive una segunda juventud gracias al traspaso de poderes a la nueva generación de la familia, Paloma, su hermano y su primo, tres jóvenes llenos de ideas, carácter y personalidad. Es fácil ver los cambios de la bodega en los últimos años, desde la propia arquitectura del espacio, con la creación de un wine bar que promete darnos muchas alegrías cuando la pandemia nos dé un respiro, a la arquitectura de las botellas, con diseños a cargo de la jefísima Ana, de Dinámica.
En cuanto a sus vinos tienen referencias que van desde lo más clásico de la zona, de los que tengo que decir que no soy muy fan, a verdaderas joyitas. Para una experiencia plenamente satisfactoria, en el caso de Abadía da Cova recomiendo dejarse los cuartos y probar sus vinos más top.
VÍA ROMANA
Cuando crees que ya ninguna vista de la Ribeira sacra puede arrancarte más ahhhhs, ni ohhhhs, aparcas en Vía Romana y vuelves a empezar tu historia de amor con el territorio. Esta bodega está en mi zona favorita, Belesar, un pueblecito desde el que admirar las terrazas hacia arriba. Vía Romana está situada en el punto medio. Un enclave que ofrece una panorámica única. De vía Romana hay que destacar, obviamente, sus vinos, pero también a su gente. Sus vinos transmiten el carácter de la zona, son fáciles de encontrar y respetan una buena calidad-precio, lo que ya no es tan fácil de encontrar es un equipazo como el que tienen en bodega, empezando por su gerente Juan Luis, y continuando por su responsable de redes sociales, Cris.
Y aquí cerramos esta breve guía de mis imprescindibles. Debo decir que estas son las recomendaciones de las bodegas más icónicas y a las que yo tengo más cariño, pero para quien busque una verdadera experiencia vinícola de la zona, le recomendaría escarbar entre las marcas y bodegas más pequeñas e independientes que se encuentran salpimentadas por todo el territorio. Ahora mismo en la RS se están haciendo cosas radicalmente nuevas, tanto en tintos como en blancos. Una pista son mis amados Atrium Vitis, en la subzona de Quiroga-Bibei.
Pero de eso hablamos otro día…